El dolor

Creo que es uno de los sentimientos más importantes que existen en esta vida, no ssbría cómo definirlo pero si se seguro que es uno de los sentimientos que más cansan animicamente, del que incluso te puedes llegar a enganchar pero nunca olvidemos que tendrá la fuerza que nosotros quedamos darle, es decir, si creemos que es superior a nosotros nos superará más de lo que nunca pensamos, al igual con lo contrario, si creemos que lo podemos controlar, pasará más rápido de lo que podríamos imaginar.
No he llegado a saber realmente por qué se produce este sentimiento, como podréis apreciar hablo siempre desde mi humilde experiencia e incluso en algunos casos desde mi ignorancia.
Es por eso por lo que yo lo defino como un desgarro intenso en el alma, duradero y adictivo, es un sentimiento tan fuerte que siempre que aparece lo hace con tanta potencia que siempre te parece que no has sentido nada peor. Es un sentimiento destructivo que te invade como tsunami a una playa, arrasando con todos los castillos de arena que tanto te costaron mantener en pie, y lo derriba con tal rapidez que hasta asimilarlo cuesta.
Sientes como te va comiendo poco a poco por dentro, como se va llevando lentamente parte de tu alma, y es ahí cuando sientes un vacío en tu interior que hace que te pese todo, te caigas, e incluso a veces te hace cabarte tu propio pozo, lentamente para que vayas sintiendo cada paso que vas descendiendo, para que vayas sintiendo que no hay fin, que siempre se irá más abajo si él te acompaña.
Pero como todo sentimiento se puede rebatir, se puede acabar con él, solo hace falta fijarse en los restos que quedaron de esos castillos de arena que antes fueron derruidos como pluma llevada por el viento.
Se puede rebatir con su opuesto, con la felicidad, agarandonos a la esperanza y volvir do a construir esos castillos, pero esta vez con una pasta más fuerte, porque al final de eso se trata.
Se trata de hacernos más fuertes, de desgarrar de nuestra alma lo malo y dejar hueco a que su opuesto lo regenere haciéndolo más fuerte. Y aunque deje herida hay que saber que se cicatrizará con el tiempo, pero sólo si dejamos que lo haga, porque de lo contrario, volverá a abrirse haciendo que se infecte y el dolor sea mayor.
Pero al final, es un sentimiento destructivo que a la vez ed constructivo, porque fortalece y a veces nos hace inmunes a él mismo cuando se ha presentado en ocasiones anteriores.
La verdad, que a veces no me importa sentir dolor, me hace saber que estoy viva, me hace fuerte y me hace valorar más fuerte los sentimientos contrarios, me hace valorar lo verdaderamente importante y me hace pensar, que de eso se trata, de hacer funcionar nuestra mente y ver que en algunas ocasiones sentimos eso porque nos es la gana, porque no queremos inmunizarnos sino que nos abrazamos a él.
Y bueno mis "mentes pensantes"... ¿Qué opináis sobre esto?

Comentarios

Entradas populares de este blog

El mundo de los que te cambian sin querer cambiarte

La ironía de la Navidad

Constelación de "las Pléyades"