"El corazon tiene razones que la razón desconoce"

Hay ocasiones en la vida que hay algo dentro de nosotros que nos hace seguir un camino, y sentimos que nos va a hacer feliz, pero entonces entra la razón, la cabeza, e incluso la experiencia y nos ponen ciertas cartas sobre la mesa que salen al azar y que nos hacen dudar, de muchas cosas. En lo primero que dudamos es a qué hacer caso, si a esa sensación que nos sale de dentro, o a esas misteriosas cartas que rondan por nuestra cabeza. Otra de las cosas por la que dudamos es saber cuál de las dos opciones nos puede hacer menos daño, o al contrario, cuál nos puede hacer más feliz. Y por último, la gran duda, el porqué hay algo dentro de nosotros que hace que nos sintamos atraídos por ese camino, y bien, la respuesta es porque "el corazón tiene razones que la razón desconoce".
Eso ocurre porque dentro de lo racional no suele entrar lo sentimental, es decir, el corazón es guiado normalmente por nuestros sentimientos acompañados de nuestro instinto, pero la razón no entiende de eso, la razón solo entiende de lógica, de cosas claras, de cartas sobre la mesa.
Al contrario que la razón, el corazón si tiene sus propios pensamientos y sus propia lógica, porque si el corazón se empeña en seguir ese camino, es por algo, algo necesitaremos aprender para el día a día, o para nuestra vida, o simplemente para completarnos a nosotros mismos.
Con esto lo que quiero decir es que el corazón es mas listo de lo que pensamos, que nos dejamos guiar mucho por la cabeza y muy poco por lo que nos hace sentir bien o mal, y que no siempre va a salir mal lo que nuestro corazón nos dicte, que es mejor arriesgar a quedarse con las ganas de averiguar que habría por descubrir en ese camino que por miedo un día dejamos pasar, o no solo por miedo, a veces por comodidad, otras veces por conveniencia, o simplemente porque teníamos confusión.
Y muchos os preguntaréis, ¿y si me arriesgo a seguir ese camino y sale mal? La respuesta es muy sencilla, si te arriesgas te acabas de demostrar a ti mismo, no a los demás, a ti mismos, que no eres una persona cobarde, sino que todo lo contrario, que eres valiente, y para otras situaciones te vendrá muy bien acordarte de esa valentía, otra de las razones por las que no es malo arriesgarse es porque de todo se aprende, si sale mal, una lección más que tienes aprendida que tarde o temprano te iba a tocar vivirla, pero cuando consigues superarlo, ahí ya no habrá quien te pare, serás el doble de fuerte que antes.  
Otra de las razones es que por qué tenemos que ser negativos y pensar que va a salir mal, es verdad que está bien prevenirse, pero ¿que sería de aquellos que arriesgaron, que decidieron apostar y seguir ese camino que el corazón con esas razones que su razón desconocía y les salió bien?
Yo prefiero arriesgarme y aunque salga mal nunca perder la esperanza.

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