La sociedad

Estamos ante una  sociedad que está sumergida en una niebla , una niebla rodeada de etiquetas, de carteles, de fachadas, e incluso en muchas ocasiones de cobardía.
Llevo observando tiempo que la mayoría de las personas carecen de personalidad, pero no por el hecho de que ellos mismos no tengan capacidad de tenerla, sino por el hecho de que ni si quiera les interesa, les vale más mostrarse como ellos quieren mostrarse, que tomarse el tiempo necesario para hacer una de las tareas más difícil en esta vida, que es conocerse a si mismo. Con esto no quiero decir que yo me conozca, ni mucho menos, lo primero que nadie se conoce realmente, y lo segundo, es un proceso muy largo para llegar simplemente a entenderte a ti mismo. Y si, es verdad que nadie se conoce a si mismo al cien por cien, pero conocer aunque sea tus defectos, ya te hace no solo conocer algo de ti sino ser fiel a ti mismo.
El 90% de las personas que conozco, ni si quiera son capaces de conocer a los demás, hasta  tengo amig@s que no me conocen, pero porque ni si quiera se toman el tiempo de conocer a nadie, porque no les importa, solo les importa su fachada, el aparentar.
Yo me considero del 10% restante, me encanta conocer a las personas, tanto sus defectos como sus virtudes porque solo en ese momento soy capaz de crear algún vínculo, algún código entre esa persona yo, y eso es lo que hace a una relación especial o diferente. 
El relacionarse con las personas implica equivocarse, intuir, divertirte, llorar, amar, reír, gritar, saltar, bailar, mil cosas que al final llevan a un mismo punto, sentir. Cuando tu único interés es la superficie, podrás pulirla todo lo que quieras, pero cuanto más dedicas a pulirlo, el interior cada vez es más insuficiente, al final es como un músculo, si no lo usas, pierde su utilidad.
En cuanto al tema de la belleza, cuando la gente dice que lo importante es la belleza interior, bien, está bien saberse la lección, pero al final nadie la pone en práctica porque al final no interesa, la belleza interior se transmite en la mirada y en la pureza de esta, la belleza interior consiste en llevar a cabo tus valores y quererte tal y como eres, pero al final nadie se fija en esa mirada, por lo tanto siempre se llega al mismo punto.
Otra de las cosas que llevo observando mucho tiempo, es que estamos ante una sociedad muy  infeliz, pero es así porque no son capaces de ser felices, porque les encanta quedarse con lo malo, porque lo bueno no lo valoran, porque valoran más lo que no tienen que lo que tienen, lo que tienen no lo quieren ver, y lo que no tienen es lo único que ven, con esa mentalidad nunca llegarán a ser felices.
Y una de las capacidades que más me llega a asombrar de la sociedad en la que vivimos, es la capacidad de normalizar lo que no es normal, y también la capacidad de voltear la cabeza y no actuar cuando algo no está bien. Simplemente el ejemplo de ir por la calle a altas horas de la noche, y ver niños de 12 años borrachos perdidos, y al final todo el mundo lo ve, todo el mundo se calla y como consecuencia todo el mundo lo hace normal.
Al final estamos ante una sociedad totalmente muda y sumida en una fachada irreal de la que todo el mundo nos quejamos pero nadie hace nada.

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